París

CARLOS III. ARANDA, EMBAJADOR EN PARÍS, MUESTRA SU PREOCUPACIÓN SOBRE LA CONTINUIDAD DE SU POLÍTICA EN ESPAÑA. 1774

Posted on Actualizado enn

Desde su dorado destierro en la Embajada de París, el Conde de Aranda escribe confidencialmente a su paisano Manuel de Roda, Secretario de Gracia y Justicia, mostrando su preocupación por la política que se hacía desde que abandonó la Presidencia del Consejo y por la suerte de quienes habían gozado de su protección.

(España. Ministerio de Educación, Cultura y Deporte A. G. S. Gracia y Justicia legajo 778)

Excmo. Sr.

Muy señor mío:

Con la ocasión de correo que despacho y bajo el pliego de mi mujer que espero llegue intacto a sus manos, escribo ésta a V. E. diciéndole que recibí la suya de 20 de diciembre a su tiempo regular, y es la última que ha llegado a mis manos.

He oído que aunque las máscaras públicas se han quitado se permiten bailes nocturnos en casa de un bailarín italiano llamado Fabri de 8 ó 10 reales de entrada por cabeza. Una de las cosas que yo prohibí con orden expreso a la Sala para que lo celase y así lo hacía, fueron los bailes en casa de los maestros de danzar, porque todos eran un putaísmo como lo serán los de Fabri. No entiendo los escrúpulos.

Mucho tarda a salir el 3º Fiscal vacante por la muerte de Mena; ahora no hay Presidente contra quien convenga escogerlo a garra.

Dígame V. E. si en su despacho se miran las cosas de mi tiempo con desagrado, y si después que yo partí ha notado V. E. explicaciones en mal o en bien.

Cuanto digo de aquí se me aprueba, y no han faltado asuntos fuera del común; por lo que toca a los de por ahí, ni una palabra.

La idea de las quintas parece que se sostiene, temo mucho que han de ser la ruina del Reino, siendo anuales, y han de causar muchos disgustos.

Es regular que me despachen extraordinario a tres o cuatro días de recibido éste, si V. E. quiere responderme, envíe su carta a mi mujer.

Lo que yo escribo a esta por extraordinarios la envío a don Bernardo del Campo, y mi mujer las suyas en igual caso. Tengo por hombre de bien a Campo, y así se evitan azares.

En un paquete que también pasará a V. E. mi mujer le envío unos almanaques; lea V. E. el de Versalles, donde verá hasta los drapes de la casa real y formará juicio del desorden de esta Corte; en inteligencia que en él no se comprenden los dependientes de ninguno de los infinitos sitios reales ni palacios de París.

Con una remisión de libros que me dice Heredia está para hacer remitiré a V. E. diferentes mapas útiles para el estado presente de Europa, y un árbol genealógico muy grande de la familia Borbón moderno.

Aquí me hallo hasta ahora bien recibido y considerado: nemopropheta in patria sua. Si V. E. oye que me muelan por ahí los huesos, avísemelo para mi gobierno y hacerle ver la injusticia con que me acusen.

Sabe V. E. que he sido suyo y lo seré, deseoso siempre de sus órdenes para obedecerle. Su verdadero servidor,

Aranda a Roda

París, 20 de enero de 1774

*Selección y transcripción de Enrique Giménez López, 2017, bajo licencia Creative Commons “Reconocimiento – No comercial”. El autor permite copiar, reproducir, distribuir, comunicar públicamente la obra, y generar obras derivadas siempre y cuando se cite y reconozca al autor original. No se permite utilizar la obra con fines comerciales.

88x31

CARLOS III. CARTA CONFIDENCIAL DE ARANDA DESDE PARÍS A FLORIDABLANCA. 1775

Posted on Actualizado enn

El Conde de Aranda, como embajador en París, escribe confidencialmente al representante de España ante la Santa Sede, Floridablanca, informándole de sus conversaciones para apoyar la continuidad del Cardenal de Bernis en la embajada francesa en Roma. Confiesa estar expectante sobre la decisión que el nuevo Papa, Pío VI, llegue a tomar sobre el ex Prepósito General jesuita P. Ricci, preso en Sant’Angelo, y menciona sus amoríos durante la campaña italiana de 1744 con una “cuñada o prima” del actual Pontífice.

(España. Ministerio de Educación, Cultura y Deporte A. M. AA. EE. Santa Sede legajo 440)

            Ilmo. Por la suya de 15 del pasado en respuesta de la mía por el correo napolitano, veo que se me olvidó la fecha; pero por la mano que la llevaba, deduciría V. I. el día que pudo haberse escrito.

            He tenido ocasión de hablar con los Srs. Condes de Maurepas y Vergennes sobre el Exmo. Bernis; y hallo ambos comprendidos del mérito y buenos servicios de su Eminencia. Aún he explorado más sobre las voces de relevarlo en la Embajada, que también aquí habían corrido, y no percibo ni asomo de tal disposición por ahora, antes bien el conocimiento de lo útil que es el Cardenal, y de que ninguno lo reemplazaría equivalentemente. He manifestado a más la satisfacción de mi Corte por la conducta del Cardenal en los negocios de Roma, y la buena inteligencia con que corre con el Ministro de España; en fin, se han echado todos los registros del órgano, y corresponden muy bien sus flautas.

            Aquí ha admirado a las gentes del país que Su Santidad nombrase por su auditor al Cardenal Giraud. No se puede dar más bajo concepto que el que aquí ha dejado el tal Emmo.; lo creen capaz de cuantas villanías pudiera cometer hombre, como se mezcle su negocio.

            Veremos si se prosigue la causa de los ex jesuitas presos en Santángelo, y en que tono se explica el Santo Padre Braschi. Yo creo haberlo conocido abatino el año 44, que estuve de cuartel por su tierra, por más señas que tenía una cuñada, o prima, que me gustaba, y ella me quería bien, con que naturalmente creerá V. I. que no perdimos el tiempo. Yo a lo soldadón confieso con menos dificultad que V. I. Lo bueno que hay es que sus negativas no me disuaden de mis conceptos, porque creo a V. I. muy hombre para todo, y en cierta parte estoy con el Venerable Rojas, che la sapera tutta es stava geloso della bella persona du V. I.

            Si salimos bien de Melilla como esperop, porque el Gobernador Scherlok es bueno, y tiene una excelente guarnición, dirán esos collarines che gli spagnoli sono brabi.

            Celebra V. I. en su última carta el buen humor de mi antecedente; ya ve, que gracias a Dios continúa. Vivamos, que este consejo también se lo darán a V. I. los romanos. Consérveme V. I. su buen afecto, éste solo busco en mis conocidos.

            Sobre el consabido fraile escribo la adjunta al General del Carmen, que puede V. I. leer confidencialmente, cerrarla y enviársela, sin dársele por entendido del tono de zumba que lleva, si él no se la muestra de sí propio a V. I., pero sí de que escribo a V. I. para que le hable también, y compongamos la cosa.

            Es regular que V. I. pueda con él actualmente más que ninguno, porque en vísperas de su Capítulo general necesitará mucho del favor del Ministro de España, con que así sacar las uñas, si fuese menester.

            Limpie V. I. bien su conciencia esta Semana Santa en la fuente de la religión; aquí no se conoce la Cuaresma, porque las diversiones y la bucólica siguen lo mismo que en lo restante del año.

            Mande V. I. a su verdadero servidor.

            París, 20 de marzo de 1775

            Aranda a Floridablanca.

*Selección y transcripción de Enrique Giménez López, 2017, bajo licencia Creative Commons “Reconocimiento – No comercial”. El autor permite copiar, reproducir, distribuir, comunicar públicamente la obra, y generar obras derivadas siempre y cuando se cite y reconozca al autor original. No se permite utilizar la obra con fines comerciales.

88x31

CARLOS III. CARTA DE IGNACIO DE HEREDIA DESDE PARÍS A SU PAISANO MANUEL DE RODA. 1774

Posted on Actualizado enn

Ignacio de Heredia fue secretario del Conde de Aranda desde 1764, y lo acompañó  París como secretario de la embajada en Francia cuando en junio de 1773 el conde dejó la presidencia del Consejo de Castilla para representar los intereses de Carlos III ante la corte de Versalles. Entre 1773 y febrero de 1781, Heredia mantuvo una frecuente correspondencia con su paisano, el Secretario de Gracia y Justicia Manuel de Roda. En la de 6 de junio de 1774 le informa de la caída del duque d’Aiguillon y los rumores sobre los cambios gubernamentales auspiciados por el nuevo rey, Luis XVI, del que refiere su popularidad al inicio de su reinado.

(España. Ministerio de Educación, Cultura y Deporte A. G. S. Gracia y Justicia leg. 778)

Excmo. Sr.

Mi Dueño: Recibí la de V. E. por el Extraordinario, el que nos sacó del gran cuidado en que nos habían puesto algunas cartas de Madrid, que se recibieron el correo del miércoles, en que suponían al Príncipe con tabardillo y resuelta la cuarta sangría, lo que nos tenía sin sombra.

Acá han empezado ya las novedades que se esperaban en el Ministerio pues el Duque D’Aiguillon hizo dejación de sus empleos de Secretario de Estado y Guerra el viernes pasado, unos dicen que por insinuación que le hizo hacer el Rey por Maurepas su pariente; y otros que de propio movimiento, habiendo expuesto al Rey que no pudiendo prometerse la confianza de S. M. por las siniestras impresiones que le influirían contra él nacidas de las críticas circunstancias del reinado pasado, no podía serle útil en unos empleos que sólo podían desempeñarse gozando de la confianza del Soberano: yo inclino a este segundo porque fue lo primero que se dijo, y lo hallo conforme al carácter desinteresado del Duque que aun en la pensión que le ha señalado el Rey de 40 mil libras ha tenido la generosidad, según aseguran, de representarle que podía excusarse este gasto al erario en las estrecheces en que se halla, por tener él lo bastante para mantenerse con decencia. Yo creo que nos debe ser sensible este paso porque estaba bien con nuestras cosas, y me persuado a que libre de las intrigas del reinado pasado, y con la confianza del Rey, hubiera hecho un gran Ministro. En Estado se asegura que le sucederá Vergennes embajador que está en Suecia; y en Guerra el Marqués de Muy, que a la caída de Choiseul no quiso serlo por no depender de Mme. Barry; pero hasta aquí no se han publicado aún estos nombramientos.

El Rey va acreditándose con su nación con los edictos que ha mandado publicar, en que perdona el derecho que llaman del Joyeux avenement à la couronne, que importaría como 20 millones de libras; la refundición de la moneda que también sería costosa a los vasallos; y la seguridad que ha dado de que se pagarán las deudas, y que reformará los gastos de su casa, en que ya está trabajando, y han vendido cuatrocientos caballos. Como al mismo tiempo han rebajado algo el pan, este pueblo está contentísimo, de modo que el día del Corpus en que fue el Rey a la procesión de la Parroquia de Passy, lugar inmediato a la Mouette aseguran que fueron de París más de mil coches y un pueblo inmenso por verlo. Lo mismo y mucho más hicieron con el difunto cuando lo hirió Damiens y hubieron de sacar al Rey a un balcón para que lo vieran y se retiraran, porque creían que estaba muerto y que los engañaban; y cuando ha muerto no se les ha dado un pepino.

El día 13 marcha la Corte a Compiègne, a donde iremos nosotros dos o tres días después, lo que me sabe muy mal porque estaremos allá hasta fines de agosto.

Ya me escribe Prior el recibo de los reales que V. E. le ha mandado entregar; y veré si se halla acá el Poema de Guillaume, cuyo extracto leí en los papeles periódicos, y se lo enviaré a V. E.  Estas gentes no saben, ni conciben de Felipe II sino lo que leen en los escritos de sus enemigos, y juzgan de todo según las ideas y costumbres con que hoy viven. Quedo a las órdenes de V. E. su más afecto amigo.

*Selección y transcripción de Enrique Giménez López, 2017, bajo licencia Creative Commons “Reconocimiento – No comercial”. El autor permite copiar, reproducir, distribuir, comunicar públicamente la obra, y generar obras derivadas siempre y cuando se cite y reconozca al autor original. No se permite utilizar la obra con fines comerciales.

88x31

CARLOS III. MUERTE DEL CONDE DE FUENTES. 1776.

Posted on Actualizado enn

El Secretario de Estado, marqués de Grimaldi, comunica al conde de Floridablanca, todavía embajador en Roma, de la muerte de José Atanasio Pignatelli, conde de Fuentes y Grande de España, que fue embajador en París entre 1763 y 1773. Según Grimaldi, sus segundas nupcias con la duquesa viuda de Huéscar, madre de Cayetana, la futura duquesa de Alba, aceleró su fallecimiento.

(España. Ministerio de Educación, Cultura y Deporte A. M. AA. EE. Santa Sede legajo 441)

1776 5 14 MUERTE CONDE DE FUENTES

1776 5 14 MUERTE CONDE DE FUENTES

Ilmo. Señor.

No exige contestación la última de V. S. I. de 25 del pasado También de mí habló el Nuncio sobre las restricciones puestas en Nápoles a la Nunciatura de aquel Reino y me salí con igual respuesta a la que V. S. I. ha dado a esa Secretaría de Estado.

Ha muerto en Conde de Fuentes; el pobre estando ya amenazado del pecho se abrevió la vida con el disparate que hizo de casarse.

Mande V. S. I. a su servidor y amigo.

Grimaldi.

Aranjuez, 14 de mayo de 1776

 

*Selección y transcripción de Enrique Giménez López, 2017, bajo licencia Creative Commons “Reconocimiento – No comercial”. El autor permite copiar, reproducir, distribuir, comunicar públicamente la obra, y generar obras derivadas siempre y cuando se cite y reconozca al autor original. No se permite utilizar la obra con fines comerciales.

88x31