CARLOS III. AZARA EXPRESA SU PREOCUPACIÓN POR LA ORDENACIÓN DE NOVICIOS JESUITAS EN EL IMPERIO RUSO. 1777
En febrero de 1777 la zarina Catalina aprobó la construcción de un edificio destinado a seminario de jesuitas, al no haber aceptado el Breve de Extinción de la Compañía en el Imperio ruso. Azara, como embajador en Roma, escribe al Secretario de Estado Floridablanca expresando su preocupación, al igual que el cardenal Bernis, embajador de Francia. Una circular al Nuncio en Polonia le insta a que los obispos católicos en Lituania y Bielorusia ordenen a los novicios jesuitas como sacerdotes seculares, pues la Compañía no existe,
(España. Ministerio de Educación, Cultura y Deporte A. G. S. Estado legajo 5.041)
Exmo. Sr.
Muy Sr. mío: la semana precedente avisé a V. E. lo que conmigo había tratado el Secretario de Estado acerca del asunto de los Jesuitas de Lituania, y dije a V. E. además mi dictamen sobre la carta que me había confiado el mismo Cardenal que se quería escribir al Nuncio de Polonia. Parece que mis razones han hecho fuerza al Papa, pues ha resuelto que no se envíe dicha Carta como estaba concebida, sino que se haga otra, en que se le ordene enviar una Circular a todos los Obispos, mandándoles, que declaren la necesidad en que están aquellos ex jesuitas de conformarse con el Breve de Supresión; y que en el caso de que la Corte de Rusia se obstine (como hay toda apariencia) a forzarlos a que ordenen a los Jesuitas, declaren a éstos, que no los ordenan a título de Religiosos, porque su Religión no existe, sino de Sacerdotes seculares, que los amonesten a que no persistan en su obstinación, y por fin, que en los títulos o cartillas de Ordenes que les despachen expresen que están o5rdenados como Seculares y no como Religiosos. Si puedo tener copia de esta Carta la remitiré a V. E. para su información.
El Cardenal de Bernis ha recibido ayer carta de su Corte en que le hablan de la especie del Noviciado que abren los Jesuitas en Rusia, según se les ha comunicado allí el Conde de Aranda, y se ve que en París les da algún cuidado. Yo ya avisé a V. E. lo que sabía de esto, y después tanto Bernis, como yo nos hemos valido de la noticia, para mover al Papa a fin de que mire este negocio como más serio de lo que parece, y que tome prontas medidas para atajar el mal en cuanto esté de su parte.
Me ratifico a la disposición de V. E., y ruego a Dios guarde su vida muchos años.
Roma, 20 de febrero de 1777.
José Nicolás de Azara a Conde de Floridablanca.
*Selección y transcripción de Enrique Giménez López, 2017, bajo licencia Creative Commons “Reconocimiento – No comercial”. El autor permite copiar, reproducir, distribuir, comunicar públicamente la obra, y generar obras derivadas siempre y cuando se cite y reconozca al autor original. No se permite utilizar la obra con fines comerciales.
El Tiempo de los Modernos en el siglo XVIII 