Día: 1 marzo, 2022

FELIPE V. SERVICIOS DE FRANCISCO BORRÁS, BORBÓNICO CATALÁN. 1728

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Con motivo de pretender la Regencia de la Audiencia de Valencia, el Oidor de la Audiencia de Cataluña, Francisco Borrás y Viñáls, resume su biografía y servicios prestados en el Principado a la causa de Felipe V, quien en premio a su fidelidad lo nombró magistrado de la primera Audiencia borbónica en 1716, y en la que permaneció hasta su jubilación en 1751.

(España. Ministerio de Educación, Cultura y Deporte A. G. S. Gracia y Justicia legajo 140)

            Señor.

            D. Francisco Borrás y Viñáls, Oidor de la Real Audiencia de Cataluña, puesto a los Reales píes de V. M., con el más profundo rendimiento dice: Que después de los estudios de Gramática, Retórica y Filosofía, fue graduado de Doctor en esta facultad en la Universidad literaria de Barcelona. Cursó inmediatamente Leyes, y concluido los cuatro años de su profesión, habiendo defendido un acto público de Conclusiones Mayores, leyó los Puntos para la Cátedra Menor de Instituta o de regencia ad honorem, sin competirla; luego recibió el Grado de Doctor en ambos derechos en el año 1697, y por septiembre de 1698 compitió y obtuvo Cátedra Mayor de Leyes en la misma Universidad hasta el de 1705, en que los enemigos, ocupando aquella Capital en su ingreso, le saquearon la casa y bienes enteramente, y la Ciudad, de orden del intruso gobierno, por su señalada fidelidad a V. M. de potestad absoluta, le despojó del derecho y posesión de la Cátedra. Durante el tiempo de su lectura presidió pasados de treinta actos de Conclusiones Mayores de diferentes materias. Siguió la carrera de la Abogacía patrocinando causas en la Audiencia y demás tribunales, así eclesiásticos como seculares. En el año de 1704 (inmediatamente después del bombardeo que ejecutó el Príncipe de Darmstad para sorprender a Barcelona) en crédito de la gran confianza que de él hacían el Capitán General y Ministros de V. M. fue sombrado Fiscal del Tribunal del Breve Apostólico que se puso en toda forma para castigar los delitos de los Eclesiásticos que se habían distinguido, y de día en día se señalaban contra la causa de V. M. En este mismo año V. M. le nombró por uno de los Cuatro Visitadores Reales, que en nombre y por parte de V. M. habían de concurrir en el tribunal que se estableció de la Visita Real con otros tres por parte de la Provincia para tomar la residencia al Gobernador de Cataluña, Bayle General, Canciller, Regente, Ministros de la Audiencia, y demás Oficiales Reales. A la entrada de los enemigos padeció gravísimas persecuciones y menoscabos en su persona y bienes, de modo que en el día del Motín fueron más de cuatrocientos de los amotinados en su busca, sabiendo que estaba retirado en la Iglesia de Santa Ana para prender y matarlo. Su casa fue saqueada, y por diferentes bombas que en ella cayeron quedó muy destruida, y enteramente arruinada una casa de campo de la propiedad que posee en la distancia de media hora de Barcelona. Mientras duró el último Sitio de dicha Ciudad por Orden del Duque de Populi asistió de Asesor y Consultor en todo lo de Justicia a D. Gabriel Cano, Comandante de las Marinas en Mataró y, reducida ya aquella Plaza a la debida obediencia de V. M. continuó en el empleo de Fiscal del Tribunal del Breve Apostólico, sirvió el de Relator de la Real Junta, el de Relator de Competencias que en Cataluña, después del Ministro, era el más apreciable, y el de Asesor de Cruzada, todos los cuales ejerció a un mismo tiempo hasta el año de 1716, en que la Piedad de V. M., en premio de sus servicios, le honró con Plaza de Oidor de la Real Audiencia de Cataluña en su primera creación, habiendo procurado desempeñar su obligación sirviendo a un mismo tiempo en este carácter el de Consultor del Tribunal del Breve, y el de Asesor de Cruzada, que prosigue bajo el título de Comisario y Consultor. Y finalmente en el año de 1719, el Marqués de Castel Rodrigo, Gobernador y Capitán General de aquella Provincia, le confió a su dirección y cuidado el establecimiento de las Escuadras que se formaron en el Corregimiento de Cervera, Solsona, Agramunt, Guissona, y otros lugares, para freno de los sediciosos que infestaban el País y turbaban la pública quietud, habiendo con felicidad desempeñado esta tan provechosa providencia. Por ende,

            Suplica a V. M., que en atención a sus servicios, se digne honrarle con la Regencia de Valencia, vacante por la Gracia que nuevamente ha obtenido y aceptado de la de Cataluña D. Gracián Peralta, y lo recibirá a merced de V. M.

*Selección y transcripción de Enrique Giménez López, 2017, bajo licencia Creative Commons “Reconocimiento – No comercial”. El autor permite copiar, reproducir, distribuir, comunicar públicamente la obra, y generar obras derivadas siempre y cuando se cite y reconozca al autor original. No se permite utilizar la obra con fines comerciales.

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