Día: 20 abril, 2021

CARLOS IV. EL OBISPO DE MALLORCA A GODOY SOBRE EL CONFINAMIENTO DE UN JESUITA MALLORQUÍN. 1797

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El 25 de agosto de 1797 el nuevo gobierno de Génova ordenó que todos los eclesiásticos forasteros abandonasen la República en el plazo de ocho días. El ex jesuita mallorquín José Ferrer embarcó en un buque mercante con destino a Cataluña. Tras pasar por Barcelona se trasladó a Mallorca con el objeto de ver si sus parientes lo acogían. El Obispo de Mallorca, con el consentimiento del Capitán General, decidió que se le recluyese en la Casa Oratorio de San Felipe Neri “con prohibición de salir a la calle y tener comunicación y trato con persona alguna fuera de sus cercanos parientes”, hasta nueva orden. El 16 de noviembre pasó a residir al Real Monasterio de Bernardos de la isla de Mallorca junto al también jesuita mallorquín Juan Roca.

(España. Ministerio de Educación, Cultura y Deporte A. G. S. Estado legajo 5.064)

            El día 7 de octubre se me presentó D. José Ferrer y Amorós, ex jesuita mallorquín, diciéndome que acababa de llegar en un barco procedente de Barcelona. Fui inmediatamente a verme con el Capitán General, y de acuerdo con él le envié a la Casa Oratorio de San Felipe de esta ciudad, con prohibición de salir a la calle y tener comunicación y trato con persona alguna fuera de sus cercanos parientes. El Capitán general participa a V. E. las circunstancias del caso y los motivos de nuestra conducta con el expresado José Ferrer.

            Palma, 9 de octubre de 1797.

            Bernardo, Obispo de Mallorca, al Príncipe de la Paz

*Selección y transcripción de Enrique Giménez López, 2017, bajo licencia Creative Commons “Reconocimiento – No comercial”. El autor permite copiar, reproducir, distribuir, comunicar públicamente la obra, y generar obras derivadas siempre y cuando se cite y reconozca al autor original. No se permite utilizar la obra con fines comerciales.

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