Día: 21 May, 2020

CARLOS IV. ESPERANZA DE QUE GODOY ACABE CON EL DESTIERRO DE LOS JESUITAS. 1797

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En el trigésimo aniversario de la expulsión de los jesuitas Manuel Luengo anota en su diario la esperanza de que Manuel Godoy les permita regresar a España y “sacarnos de estos revoltosos países”, y distraer la atención de los españoles muy disgustados con la guerra contra Inglaterra, iniciada en octubre de 1796, “con las pérdidas no pequeñas que se van teniendo”.

(España. Ministerio de Educación, Cultura y Deporte Archivo de Loyola, Diario de Manuel Luengo, tomo XXXI)

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3 de abril de 1797.

Aniversario del destierro de la Compañía de Jesús de los dominios del Rey de España en Europa. El día 3 del mes de abril del año de 1767 fue intimado en casi todos los Colegios de las cuatro Provincias de la Compañía de Jesús en la Península de España el Decreto Real del difunto Rey Carlos III, con el cual desterraba de sus dominios a todos los Jesuitas. Día y suceso memorable en los fastos de la Compañía de Jesús de España. Da nuevo título para ser recordado y mayor celebridad a este extrañísimo suceso su misma larguísima duración, que no es menos que de treinta años, cabales y puntualmente cumplidos en este día tres del mes de abril de este año de mil setecientos noventa y siete. Poco menos de veintidós de los treinta años corrieron reinando el mismo Monarca Carlos III, que desterró de todos sus dominios la Compañía de Jesús, y los otros ocho en el reinado presente de su hijo Carlos IV, que de un modo suficiente ratificó y perpetuó su destierro. ¿Y no bastan treinta años de un destierro ignominioso y lleno de trabajos y miserias, aun cuando el cuerpo o algunos particulares hubieran sido culpados en alguna cosa? ¿No han de conocer nuestros Soberanos algún día la verdad, las mentiras y calumnias con que engañaron al Rey difunto, y a ellos mismos? ¿Ha de ser eterna no sólo la injusta opresión del cuerpo, y la violenta privación de nuestro estado, sino también la separación de nuestra estimadísima patria, y del seno de nuestras familias?

De pocos días a esta parte llega de España un pequeño rumor de que se trata de sacarnos de estos revoltosos países, y de abrirnos la puerta de la patria. Pero no merece crédito alguno; y me voy ya inclinando a sospechar, de que con el presente gobierno del joven Godoy, Duque de la Alcudia y Príncipe de la Paz, se va entrando sobre este asunto en la pueril y ridícula política de los Abogados Roda y Moñino. Ya era cosa sabida en los reinado de éstos, y provisión o providencia de cajón, como se suele decir, que en sus desaciertos y traiciones, y en las grandes desgracias por otros títulos del Reino, al instante se hacía creer la nueva de que se pensaba en traer a España a los jesuitas, y con este arbitrio lograban consolar a la Nación, o por lo menos divertirla y apartarla de pensar en sus desgobiernos y maldades. Este principio puede tener este sordo rumor que empieza a llegar de que se trata de sacarnos de este ignominioso y fastidiosísimo destierro; y lo cierto es que la Nación, con mucha generalidad, está muy disgustada con esta impertinentísima guerra contra los ingleses, con la suma frialdad y malísimas disposiciones para hacerla, y con las pérdidas no pequeñas que se van teniendo, como se dirá más adelante, y por tanto muy necesitada de recibir algún consuelo, o por lo menos diversión con el rumor insinuado, o del modo que se pueda.

*Selección y transcripción de Enrique Giménez López, 2017, bajo licencia Creative Commons “Reconocimiento – No comercial”. El autor permite copiar, reproducir, distribuir, comunicar públicamente la obra, y generar obras derivadas siempre y cuando se cite y reconozca al autor original. No se permite utilizar la obra con fines comerciales.

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